
Si ésta es una democracia, se puede protestar contra Ralco, Pascua Lama, la represa de Aysén, el Sueldo ético, las ballenas ( se entiende pro y no contra) y el Transantiago, tenemos las armas de la crítica a nuestro favor y declaramos los siguientes preceptos:
1. Queremos comer el arroz bien graneado, las papas fritas con ketchup chorreando, usar y abusar de todo alimento altamente colesterógeno.
2. El coraje, la audacia, la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra resistencia alimenticia. Muerte a los atletas y su alimento olímpico. No más carbohidratos.
3. La cocina exaltó, hasta hoy, la inmovilidad argourmetativa, el tedio comestible y la desidia de los paquetes en 5 minutos al dente. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo culinario, el insomnio febril de los examenes de fin de año acompañados por una rica bebida gaseosa y toneladas de pizza repletas de queso, las parrilladas, la macedonia con crema 99% de materia grasa, el cacheteo comilón y el letargo post- gulalista.
4. Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de las calorías acumulables por los años y los gloriosos triglicéridos por siempre en nuestro cuerpecillo rechonchito. Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos choripanes parecidos a serpientes de aliento frito... un automóvil crujiente acompañado de empanadillas y pollo apanado, que parece correr sobre la ráfaga de pebre cuchareado con las más finas selecciones de cacho de cabra de nuestro campo de flores bordado, es más bello que la tiranía de Luchetti, Carozzi o Talliani.
5. Queremos ensalzar al hombre y no a los fideos, odiamos las pomarolas, con callampas, sin callampas y a la italiana, cuyo flagelo atraviesa la tierra. NO más tallarines 77, BASTA de spaghettis número 5 y aborrecemos expresamente todo lo que decline en -eti, iti-, -oti, -ini u -ole
6. Es necesario que el cocinero y el aficionado se prodigue, con ardor, boato y liberalidad, para acabar con el hervor entusiasta de las ollas repletas de agua, orégano, sal, aceite y las abominables masas, elementos primordiales de los que se vale el burgués flojo, mantenido, sin espítritu crítico, que ansía todo de una vez y no se da el tiempo para cocinar manjares DE VERDAD.
7. No existe belleza alguna en las flácidas masas pegoteadas y recalentadas en el microondas a las 4 de la mañana. Ninguna obra culinaria que tenga un carácter vomitivo puede ser una obra maestra. La cocina debe ser concebida como un asalto violento al refrigerador contra las fuerzas desconocidas de los fideos gelatinosos que duermen engominados y semicongelados en un bowl para mezclarse con las yemas en la tortilla del menú de mañana, para forzarlas a postrarse ante deleite del hombre o mujer bueno para el diente.
8. ¡Nos encontramos sobre el promontorio más elevado de los siglos!... ¿Porqué deberíamos seguir degustando fideos insalobres en la casa propia, en la de la mamá, de la suegra, la de la abuelita que ya no prepara las melosas comidas caseras, en el casino y hasta en la sección de platos preparados del supermercado, si queremos derribar las misteriosas puertas de lo cocible. El tiempo de cocción de 8 minutos y el espacio de los dientes de los tenedores para enroscar cada spaghetti murieron ayer. Nosotros vivimos ya en el absoluto, porque hemos creado la eterna velocidad omnipresente de nuestros estómagos ansiosos de comida excepcional, paladares extasiados, ombligos henchidos y corazones contentos.
9. Queremos glorificar la cazuela a la chilena–máxima delicatessen del mundo– el militarismo de los ajíes escabechados, el patriotismo de las empanadas de pino, queso, jamón-queso y champiñon-queso, el gesto destructor de los libertarios asados campestres, las panzadas por las cuales se muere de intoxicación, de arterias colapsadas, de gota, de colesterol maligno, de colón irritado o hipertensión y el desprecio de las viles pastas.
10. Queremos destruir los capelletis, las fontarellas, las academias de todo tipo de cocina italiana que imponga el facismo gastronómico, combatir enfervorizados contra las corbatitas, los coditos , la pomarola y contra toda vileza oportunista y utilitaria de la "pasta para uno" o "pasta en tres minutos".
11. Nosotros no cantaremos ni glorificaremos a las grandes masas agitadas por la cuchara en el colador, por el pesto o por la revuelta de los carbohidratos: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones de las frutas, las verduras, los helados y los colorantes de los pasteles o tartaletas acarameladas, cantaremos al vibrante fervor nocturno de las piczas chilensis, de los churrascos o ases gigantes, del lomito-tomate-mayo, incendiados por violentas lunas eléctricas en el carrito de completos de la esquina más indómita del barrio; a las estaciones ávidas, devoradoras de aceites que humean; a las fábricas suspendidas de las nubes por los retorcidos algodones de azúcar; a los puentes semejantes a gimnastas gigantes que se quedan llorando sin sus malditos fideos, y a las locomotoras de pecho amplio y vientres prominentes, que patalean sobre los rieles como chanchitos de tierra después de las opulentas bacanales regadas de buen tinto nacional, como enormes caballos de grasa embridados con tubos de lipólisis, y al vuelo resbaloso de los pollos asados, cuya hélice flamea al viento de las brasas como una bandera y parece aplaudir sobre una porción de papas fritas tamaño familiar y 6 empanaditas de queso crocantes. Es contra Italia y su tiranía de los estómagos que lanzamos al mundo este nuestro manifiesto de violencia arrolladora ( de los arrollados huasos con pipeño) e incendiaria con el cual fundamos hoy el ANTIFIDEÍSMO porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de guatones infelices, de fideántropos, de cicerones y de anticuarios que impiden la insurgencia de nuestros buenos gourmets. Ya por demasiado tiempo Italia ha sido un mercado de la pasta añeja exportada a los paises tercermundistas y disimulada por los chefs con litros de oliva, engañando el paladar de los que expertos catadores . Nosotros queremos liberar nuestra nación de los innumerables fideos que cubren por completo nuestros exquisitos vituperios originarios.
*PD:También manifestamos que estamos plenamente en contra del FIDEIcomiso ciego, los FIDEOgames, FIDO dido, el perro FIDO, la FIDAE y FIDEL.
¡¡¡¡¡10 veces venceremos compañeros!!!!
Comentarios
"1. Queremos comer el arroz bien graneado, las papas fritas con ketchup chorreando, usar y abusar de todo alimento altamente colesterógenos.
2. El coraje, la audacia, la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra resistencia alimenticia. Muerte a los atletas y su alimento olímpico."
Saludos, Lorena.
PS:oye cuánto se puede cobrar por corregir una tesis? me salió un pituto y no sé cuánto cobrar.
Vivan las papas fritas y el arroz... y sobre todo el ketchup, el mejor invento de la humanidad!!!
saludos Luna-Jarpa... artístca conceptual del festival de nuevos talentos jajajaja XD
Saludos,
mario
PS: la plantilla rojinegra la lleva.