Para que comprenda la creación, desarrollo y caída de la civilización de los Elinoches es propicio transmitirle ciertos conocimientos y antecedentes que usted como buen lector desconoce.
El mito fundacional de este pueblo medianamente inteligente en sus sueños y acciones de hace más de 5 detonaciones nuclerares magentiamarillas, culminó pasado mañana en la glaciación provocada por los cambis bruscos que adolescía la tierra y la partida del monarca estrella que hastiado de los jugos humanos decidió marcharse a curiosear por otros firmamentos a echar un ojo en su tuertura y espectar si se encontraban en un grado mayor de civilización.
Así, de manera grotesca, las nieves y los hielos se abalanzaron sobre el mundo cual pasajero sobre un chocopanda de Enero.
Los primeros humanos y el resto de la animalidad, que no se manifestaba mediante un lenguaje articulado debido al tedio que le ocasionaba entablar un diálogo de sordos con estos simples mortales, perecieron de manera instantánea bajo las inclementes zancadas del hielo y los nanosilveres, que avasallaron en fracción de meses todo vestigio de vida seudopensante y civilizada de la resignada faz mórbida e hipoterma de la tierra.
A este gélido manto sólo sobrevivió uno que otro insectillo mejor adaptado del reino animal y de mayor número, cuyas comunidades ecológicas heterogéneas, multiformes heteróclito mutables inmutables y de mayor complejidad, los ponían a resguardo a pesar de carecer de cerebro.
Antiguas rencillas entre los rudos curculiónidos, los brígidos arácnidos y los madres lepidópteros por la creciente necesidad de escasos nutrientes que permanecieron, dieron pie a batallas aladas ponzoñosas que culminaron en torrentosos ríos de linfa derramados sobre el suelo neutral.
Así, la era de los insectos y los hombre tuvo su fin y dió paso a un nuevo ciclo.
Si usted piensa que después de esto viene un par de emos que llevan un anillo para instituir el matrimonio gay de manera universal o un niño mago que pelea con basiliscos ridículos, está incurriendo en un error garrafal: comienza la era de los Elinoches.
(continuará...)
Comentarios
Saludos
La magnánima