Norteando en la mente vuelvo a esos parajes cálidos de antaño, cuando el tiempo giraba en torno a la música ornamentada por las velas. La ventana abierta, las cortinas apuntando hacia el San Ramón, me indicaban lluvia, mientras las hojas de la buganvilia luchaban su sitial de perennidad. Los tejados acompañaban con su melodía desacompasada y el gato de todos los días atravesaba la pandereta, "en ese invierno oscuro, tan extraño". Extraño: os curo de vernos, ya no hay tiempo septentrional, ahora la tristeza austral, astral, magistral nos ha alejado de lo que fuimos.
Variando la temperatura, el año avanza y me doy cuenta de que llevo tantos más años de hechos inconclusos. También noté que el invierno llegó en pleno otoño.Próximamente: fin del clima mediterráneo en Chile. Cada vez se marcan menos las estaciones. Parafraseando a un escribidor amigo histórico , las 4 estaciones son 3, invierno y verano Por más que me esmere en terminar las cosas, a fin de cuentas sólo culmino en otra cosa muy diferente a la que hice anteriormente y en eso se me van los días, muchas veces por razones ajenas a mi voluntad. Dicen que los genios son así, pero en realidad yo creo que me da más para Ungenia. Esto no es lo que espero ni lo que quiero, es lo que el mundo quiere y hace de mí. No basta con la voluntad de crecer, de avanzar y todos esos esloganes. Lo permanente en el tiempo es el cambio y el azar conforma una parte bastante considerable en la existencia de toda mujer y de todo hombre. Cambia, todo cambia. En verdad no podría decir que me arrepiento de que mi...
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